Sector
Energías renovables (biomasa)
Fecha de inversión
2017
Situación
Desinvertido
Contacto
Desarrollo, construcción y explotación de una red de calefacción urbana con biomasa para el suministro de agua caliente y calefacción en Aranda de Duero, con una demanda de 45GWh/año procedente de edificios residenciales, privados y públicos. Además de utilizar biomasa forestal como combustible, en el proceso de calefacción se aprovecha el calor residual de una planta de cogeneración cercana.
La demanda de energía para calefacción y refrigeración representa más del 50% de la demanda total de energía en Europa, siendo la calefacción de espacios la principal fuente de demanda de calor en los sectores residencial y terciario. En la actualidad, la gran mayoría de la demanda se cubre mediante sistemas basados en combustibles fósiles (principalmente calderas de gas y gasóleo), y sólo el 0,2% de la demanda se cubre con calefacción urbana de energías renovables en España (frente al 30% en los países nórdicos). La calefacción urbana es un sistema centralizado de generación y suministro de energía que permite utilizar biomasa como combustible principal, que no suele emplearse en los sistemas de calefacción distribuida por limitaciones de espacio, precio y cadena de suministro.
Este proyecto de calefacción urbana utiliza biomasa procedente de residuos de madera para la calefacción residencial, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles, las emisiones de CO2 y la contaminación atmosférica mediante el uso de sistemas de depuración de gases. El proyecto apoya la gestión sostenible de bosques con certificación PEFC, que garantiza que la biomasa procede de bosques gestionados de forma sostenible y que toda la cadena de suministro de biomasa cumple rigurosos criterios medioambientales, sociales y económicos. Esto incluye criterios relacionados con la gestión forestal, la conservación de la biodiversidad, la seguridad de los trabajadores y el compromiso de la comunidad.
Esta tecnología ofrece a los consumidores residenciales opciones de calefacción rentables y precios competitivos, al tiempo que reduce la dependencia de los combustibles fósiles y las necesidades de importación, lo que beneficia a toda la sociedad.
El proyecto utilizará 13.700 toneladas/año de biomasa PEFC, lo que supondrá un aumento de la eficiencia energética (10.400 MWh/año) y una disminución de la demanda de energía primaria gracias a la producción centralizada. Se evitarán 0,5 millones de toneladas de emisiones de CO2e.
Un tratamiento y una conversión inadecuados de la biomasa en energía pueden tener repercusiones negativas en la prevención y el control de la contaminación. Sin embargo, el proyecto ha gestionado adecuadamente estos impactos mediante el control de la fuente de la biomasa y la instalación de sistemas de depuración de gases que limitan significativamente las emisiones de partículas.
