Este proyecto de calefacción urbana utiliza biomasa procedente de residuos de madera forestal para la calefacción residencial, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles, las emisiones de CO2 y la contaminación atmosférica mediante el uso de sistemas de depuración de gases. El proyecto apoya la gestión sostenible de bosques con la certificación SURE, fomentando también el empleo local y reduciendo la aparición de incendios forestales. Asimismo, gracias al incremento de la parte de energía renovable dentro del mix energético, el proyecto contribuye a reducir las emisiones relacionadas con el subministro energético de los edificios en la región.

Esta tecnología ofrece a los consumidores residenciales opciones de calefacción rentables y precios competitivos, al tiempo que reduce la dependencia de los combustibles fósiles y las necesidades de importación. Esta iniciativa beneficia a toda la sociedad y contribuye a la lucha contra el cambio climático.

El proyecto subministra calor a 6.381 hogares para una demanda de energía estimada de 64.5 GWh/año y utilizará 21,000 toneladas/año de biomasa forestal, lo que supone un aumento de la eficiencia energética y una disminución de la demanda de energía primaria gracias a la producción centralizada. Se estiman 11.000 toneladas de emisiones de CO2 evitadas al año.