En la actualidad, las Islas Canarias no están equipadas para gestionar los residuos generados por la floreciente actividad turística, lo que obliga a los grandes productores a entregar sus residuos a los vertederos. Las plantas de biometano de ATH Bioenergy permiten una solución local y sostenible para el tratamiento de residuos y suministro de energía a los principales actores de la hostelería y la industria.

Las islas siguen dependiendo en gran medida de las importaciones de combustible fósil que ponen en peligro los objetivos de huella de carbono del territorio e implican importantes costes operativos para las empresas.  Actualmente, la industria hotelera supone cerca del 35% de las importaciones de propano en las Islas Canarias.

El marco normativo actual respalda y potencia la iniciativa de ATH Bioenergy. La Ley de residuos 7/22 obliga a los grandes productores de residuos orgánicos, entre los que se incluyen los hoteles, a reciclar o reutilizar al menos un 55% de sus residuos para 2025. Las principales normativas, Código Técnico de Edificación (CTE) y el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), obligan a las instalaciones térmicas a utilizar al menos un 70% de energía renovable para calentar las piscinas y el agua caliente sanitaria.

A mayor escala, el biometano desempeña un papel importante para alcanzar los objetivos de la UE de descarbonización, además de una reducción de la dependencia de la Unión Europea de las importaciones de combustibles fósiles, reduciendo al mismo tiempo la exposición a la volatilidad de los precios del gas natural. Además, el uso del digestato como fertilizante cierra el ciclo nutritivo en ecosistemas regionales y evita las emisiones de CO2 que serían liberadas debido a la producción de fertilizantes minerales. La UE ha establecido el objetivo de producir 35.000* millones de metros cúbicos (35 bcm) anuales de biometano en 2030.