Este proyecto de calefacción utiliza biomasa procedente de residuos de madera para la calefacción residencial, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles, las emisiones de CO2 y la contaminación atmosférica mediante el uso de sistemas de depuración de gases. El proyecto apoya la gestión sostenible de bosques con certificación PEFC, que garantiza que la biomasa procede de bosques gestionados de forma sostenible y que toda la cadena de suministro de biomasa cumple rigurosos criterios medioambientales, sociales y económicos. Esto incluye criterios relacionados con la gestión forestal, la conservación de la biodiversidad, la seguridad de los trabajadores y la participación de la comunidad.

La aplicación de medidas de eficiencia energética en los edificios permite reducir el consumo de energía, controlar los gastos de propietarios y usuarios, mitigar el impacto del aumento de los precios de la energía y fomentar una menor dependencia de los combustibles fósiles, la reducción de las emisiones y la mejora de la calidad del aire, lo que beneficia tanto a los propietarios/usuarios como a la sociedad.

Se calcula que la reducción de emisiones de CO2 conseguida con los tres proyectos a lo largo de nuestro periodo de inversión ha sido de más de 13.000 toneladas.