Sector
Energías renovables (biomasa)
Fecha de inversión
2015
SItuación
Desinvertida
Contacto
El sistema de calefacción urbana de Móstoles utiliza biomasa y gas natural para proporcionar agua caliente y calefacción en la ciudad de Móstoles, con una demanda máxima de 42 GWh al año y un consumo de 10.000 toneladas de biomasa al año. El proyecto contribuye a sustituir los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables locales para proporcionar calefacción y agua caliente, reduciendo las emisiones anuales en 13.200 toneladas de CO2 eq.
La demanda de energía para calefacción y refrigeración representa más del 50% de la demanda total de energía en Europa, siendo la calefacción de espacios la principal fuente de demanda de calor en los sectores residencial y terciario. En la actualidad, la gran mayoría de la demanda se cubre mediante sistemas basados en combustibles fósiles (principalmente calderas de gas y gasóleo), y sólo el 0,2% de la demanda se cubre con calefacción urbana de energías renovables en España (frente al 30% en los países nórdicos). La calefacción urbana es un sistema centralizado de generación y suministro de energía que permite utilizar biomasa como combustible principal, que no suele emplearse en los sistemas de calefacción distribuida por limitaciones de espacio, precio y cadena de suministro.
Este proyecto de calefacción urbana utiliza biomasa y gas natural para suministrar agua caliente y calefacción, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles, las emisiones de CO2 y la contaminación atmosférica mediante el uso de sistemas de depuración de gases. El proyecto apoya la gestión sostenible de los bosques españoles con certificación PEFC, fomentando el empleo local y reduciendo la incidencia de los incendios forestales.
Esta tecnología ofrece a los consumidores residenciales opciones de calefacción rentables y precios competitivos, al tiempo que reduce la dependencia de los combustibles fósiles y las necesidades de importación, lo que beneficia a toda la sociedad.
El impacto socioambiental se tradujo en 20.000 MWh/año evitados; 330.000 toneladas de CO2eq/año evitadas, así como un 27% de ahorro energético.
Un tratamiento y una conversión inadecuados de la biomasa en energía pueden tener repercusiones negativas en la prevención y el control de la contaminación. Sin embargo, el proyecto ha gestionado adecuadamente estos impactos mediante la instalación de sistemas de depuración de gases que limitan significativamente las emisiones de partículas.